martes, 16 de agosto de 2011

El vigilante de la playa

Hace 30 años en la playa de Zarauz apenas había cinco socorristas. Los dirigía un argentino que conocía a la perfección las corrientes, las mareas, los lugares peligrosos. Él decidía donde poner las banderas verdes que permiten el baño o las rojas que lo prohiben. Los bañistas nos fijábamos cada día en la marea, la fuerza de las olas, la resaca... Si había dudas le preguntábamos a él o a sus pocos ayudantes. Todos los años, como en cualquier playa peligrosa, había uno o dos ahogados... es inevitable. La mayoría eran gente que no conocía la playa, pero a veces también algún experto.


Hoy tenemos un servicio de socorrismo de unos 40 miembros. Llevan un equipamiento formidable: radios, torres de vigilancia fijas, moto de agua, quad para la arena, uvi móvil. Su uniforme rojo con gorro rojo y letras en vasco e inglés destaca flamante en la playa. Constantemente dirigen a los bañistas con sus silbatos. Abroncan con energía a los que osan incumplir las ordenes. La megafonía advierte cada hora en vasco, español (perdón, castellano), francés e inglés (en ese orden siempre) que debemos cumplir las normas por “nuestra seguridad”. Hoy casi nadie se preocupa de informarse sobre las condiciones del baño, cumplen las ordenes y punto.

La proporción de ahogados sigue siendo la misma. Yo no me siento más protegido y sí menos libre.

¿En qué estaré pensando? Son vacaciones.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Aragón Olvidado

En otro día volví de Jaca por la carretera de Anzánigo. En 60 Km me encontré un ciclista y dos coches. Todo el paisaje parecia paralizado en los años 50 del siglo pasado. Como ejemplo esta foto: