domingo, 31 de julio de 2011

Educación: irresponsabilidad política y desinformación

Ahora que todo el mundo hace balance del Gobierno Zapatero, me llega vía el Twitter de @danieltercero, gran periodista que no tiene la culpa de nada, una información de El País en la que se relatan los grandes hitos del Gobierno Zapatero. Entre ellos no figura la aniquilación de la LOCE, la ley de calidad de enseñanza que el PP había aprobado al final de su segunda legislatura.

Nada más llegar al gobierno, aparte de la retirada de las tropas de Irak, Zapatero paralizó la aplicación de la ley del PP dejando a la educación española en un limbo jurídico que duró dos años hasta la aparición de la desastrosa LOE en el 2006. Esta situación fue nefasta para la educación, el curso 2004-2005 ya estaba preparado siguiendo las indicaciones de la LOCE y hubo que dar marcha atrás sin saber muy bien que ley aplicar puesto que la LOGSE estaba derogada por la LOCE.

Esto se tradujo en desconcierto en las administraciones públicas y en inseguridad jurídica en los centros educativos. Los profesores no sabíamos realmente qué ley estábamos aplicando. Piénsese que en la educación se trabaja a largo plazo, por ejemplo preparando la Selectividad y que no sabíamos realmente en qué iba a consistir esta prueba en los años siguientes. Así nos tuvieron dos años hasta que el Gobierno Zapatero tuvo a bien proponer una ley todavía peor que la LOGSE, pero con la misma estructura: la LOE. Esta situación en sí misma es de una extrema irresponsabilidad.

Los efectos de esta inseguridad jurídica se extendieron incluso hasta las oposiciones para profesores de 2008 en las cuales fue imposible examinar a los opositores de ninguna ley porque realmente todavía no se había aplicado completamente la LOE.

Y los profesores tenemos que aguantar que nos digan que la educación tiene la clave del futuro del país, que es lo más importante, que tenemos la gran responsabilidad de educar a las futuras generaciones y que nuestra misión es fundamental, cuando los políticos hacen unas leyes totalmente alejadas de la realidad y nos dejan dos años sin ley clara, y los periodistas cada vez que informan lo hacen peor. Véase la cantidad de falsas creencias recogidas en un post anterior.

Para colmo de males los dos candidatos a Presidente del Gobierno Español han sido Ministros de Educación: el nefasto Rubalcaba que aplicó la LOGSE y Rajoy que no hizo nada de provecho mientras ocupó la cartera. ¿Qué esperanza nos queda?

sábado, 30 de julio de 2011

La penúltima mentira de Zapatero

Nuestro sistema democrático está copiado del inglés. No es una democracia presidencialista como la de USA, es una democracia parlamentaria. El sistema inglés no tiene una Constitución escrita, sino que se basa en una serie de costumbres y normas que los ingleses suelen cumplir siempre. Cuando nosotros en la Constitución de 1978, como otros muchos países, copiamos el sistema inglés no podíamos escribir todas las costumbres que dan estabilidad a la democracia británica. Por eso se puede dar una situación como la actual en la cual el Presidente del Gobierno español, sin incumplir la ley, está faltando claramente al espíritu que anima una democracia parlamentaria.

Zapatero se presentó en 2004 con un programa electoral. Opinemos lo que opinemos sobre sus propuestas no hizo nada completamente contradictorio con ellas. En 2008 se presentó con otro programa electoral aún más ambicioso en el que incluía frases como "por el pleno empleo". Negaba la crisis y negaba que fuera a hacer ningún recorte social. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en la primera legislatura, Zapatero se vio obligado en Mayo de 2010 a dar un giro de 180° en su política. No nos interesa aquí el porqué de ese giro, la cuestión es que lo dio y en un sistema parlamentario, como el inglés, como el nuestro, un giro de este tipo debe ser explicado claramente a la Cámara de los Diputados y a la opinión pública. Incluso más, a Zapatero después de tener que tomar esas medidas, que él mismo reconoce que van en contra de su ideología, solamente le quedaban tres posibilidades:

  • Reconocer que no podía gobernar con su programa y convocar elecciones.
  • Proponer un nuevo programa a la Cámara por medio de una moción de confianza y seguir gobernando él.
  • O bien reconocer que él no podía seguir gobernando y que su propio partido le sustituyera por otro Presidente con un programa más acorde con la situación.

Pues bien, Zapatero no optó por ninguna de las tres, siguió gobernando como si tal cosa en flagrante contradicción con su programa electoral, perjudicando aquellas personas que le habían votado con sus políticas y defraudando a propios y extraños, es decir perdiendo claramente la legitimidad democrática. De ahí que desde mayo del 2010 España haya vivido una situación cada vez más desastrosa puesto que el gobierno, al perder legitimidad democrática, no se atrevía a tomar ninguna medida sería. Además los sectores más a la izquierda que en su momento pudieron apoyar a Zapatero se sintieron claramente defraudados y de ahí viene, entre otras cosas, el germen del 15-M. Por otro lado su propio partido ha tenido que sufrir las consecuencias de su conducta irresponsable con una gran derrota electoral en las elecciones locales y autonómicas. Además las bajas perspectivas electorales del PSOE para las siguientes elecciones reflejaban las contradicciones de esta forma de gobernar antidemocrática.

Por todo ello y con muchos meses de retraso Zapatero no ha tenido más remedio que anunciar que no se presentaba las elecciones, dejar paso a un candidato nuevo en su partido y adelantar las legislativas. Es decir lo que debería haber hecho en Mayo de 2010. Esta tardanza ha supuesto un grave perjuicio al sistema democrático del país y un agravamiento de la crisis económica por la paralización del gobierno.

Pero por si esto no fuese suficiente Zapatero ha convocado las elecciones en Noviembre con cuatro meses de plazo, no cuando le convenía a España sino cuando le convenía a su partido. Con estos cuatro meses por delante se puede dejar que la situación vaya empeorando mientras el PSOE critica las soluciones de sentido común que tarde o temprano Rajoy tendrá que anunciar. Es decir que durante estos cuatro meses el PSOE y su candidato Rubalcaba se dedicarán a su juego favorito: hacer oposición a la oposición, perjudicando de nuevo gravemente a España, a su sistema democrático y a su economía. Y todo esto sólo para conservar la mayor cantidad de puestos de poder.

A pesar de ello Zapatero en la rueda de prensa en la que anunció la convocatoria de elecciones dijo claramente que había elegido esa fecha por el bien del país. Con el tiempo que le queda esperemos que esta sea la penúltima mentira del peor Presidente de nuestra democracia.

viernes, 29 de julio de 2011

Cómo superar la Selectividad sin traumas.

¿Qué debe hacer un alumno para salir con bien de nuestro pésimo sistema educativo? ¿Qué puede hacer un padre para asegurarse de que su hijo pueda estudiar una buena carrera? Más concreto aún ¿cómo se puede preparar la selectividad? Pues hay que empezar muy pronto y con amplitud de miras. Aquí van unos consejos no muy habituales:

  1. Asegurarse de que el alumno aprende a leer y escribir bien. Sí, queridos padres, sí, es posible llegar a 2º de Bachillerato y no saber leer ni escribir bien. Me lo van a decir a mí que leo sus exámenes. Evidentemente estoy hablando de lectura comprensiva. Entender lo que se lee, con riqueza de vocabulario, con la velocidad precisa para ser eficaz en el estudio. Y estoy hablando de escribir bien, con buena letra, buena ortografía, buena puntuación y orden lógico en la exposición. Pensad que el examen de Selectividad es un examen escrito, si no se sabe escribir bien, el fracaso es seguro. Pero ¿es posible que tantas clases de Lengua, tantas horas en el colegio den este resultado? Sí, pero profundizar en ello es tema de otro post. Y ¿cómo se aprende? Pues leyendo, leyendo de todo. Y a escribir, escribiendo. No hay otra. Si asumimos que el padre es el adulto responsable de la educación de sus hijos, debe controlar si realmente está aprendiendo y si no actuar en consecuencia, cambiando de centro a su hijo o, si no puede, proporcionándole él mismo las herramientas básicas.

  1. Asegurarse de que el alumno aprende a pensar. Lamentablemente esto no es tan sencillo como saber si entiende lo que lee. Pero hay pistas... Si se le dan mal las Matemáticas o la Filosofía, si tiende a memorizar sin comprender, si se sabe la teoría pero no los problemas, si conoce las definiciones pero no hace un buen análisis sintáctico…algo está fallando. Evidentemente hay unas condiciones innatas de inteligencia que no se pueden soslayar, siempre habrá gente más lista que otra, igual que hay altos y bajos. Pero hoy en día si su hijo tiene una inteligencia media, puede obtener excelentes resultados. ¿Por qué? Pues porque hay mucha gente que desperdicia su talento. ¿Y cómo se aprende a pensar? A estas alturas todo el mundo sabe mi contestación, pensando. Desde jugar al ajedrez, hasta razonar con él, hay muchas maneras. Y lo mismo, vigilad el método de trabajo del centro escolar... No demos por hecho lo que desgraciadamente no se da siempre.

  1. Elegir bien las optativas. Muchos alumnos eligen las optativas por exclusión, pensando en la vía más fácil para sus estudios. Esto tiene su lógica, no quieren trabajar y encima piensan en que sacarán mejor nota y tendrán mejor expediente. Craso error. En el Bachillerato las optativas abren puertas o las cierran. Hay que plantearse bien a qué carreras quiere acceder el alumno y comprobar que nuestra elección se coordina con la normativa de la Universidad elegida. Y en la ESO hay que elegir las más difíciles, ¿por qué? Pues porque la ESO es muy fácil y si no se desperdicia el tiempo. Por ejemplo en 4º de ESO están las matemáticas “fáciles” a las que se les llama A, y las “difíciles” que se les llama Matemáticas B (obsérvese la chorrada, políticamente correcta, de llamar A a las malas y B a las buenas...). Pues aunque el chico quiera hacer Clásicas debe coger las “difíciles”. Con ello ejercitará su mente más y aprenderá a pensar mejor, y si sus notas son peores, que espabile.*

  1. Y por último, que esto se está haciendo muy largo: aprender a hacer bien un examen. Controlar el tiempo, los nervios, dormir bien la noche antes, prepararlo con tiempo... todo esto dará para otro post más adelante, pero no podemos dejar de señalar una cosa especial de la Selectividad. En el examen de Selectividad lo que vale es la media, no las notas parciales. El alumno, acostumbrado a apuntar al 5 puede descentrarse si no le sale bien una asignatura, o puede descuidar una pregunta cuando ya ve que supera el 5. Errores los dos. Si una asignatura sale mal se puede compensar con otra y si en otra se puede sacar un 9 subirá la media. Parece una tontería pero no lo es, lo he visto hacer muchas veces.

* Mientras escribo este post me llegan noticias de que va a haber un nuevo cambio “cosmético” de optativas en 4º de ESO. Lo que he leído se parece a los “itinerarios” que propuso el PP en la LOCE, esa ley calificada de clasista, retrógrada... y no sé cuántas barbaridades más por el PSOE y que Zapatero derogó antes de que se pudiera aplicar. Esperaré a ver cómo se concreta este cambio para comentarlo.

jueves, 28 de julio de 2011

Locos, fanáticos y Zapatero


Nuestro "querido" presidente saliente ha alumbrado, a raíz de la matanza de Noruega, una de esas frases que le han hecho justamente famoso: "primero es el fanatismo, luego la locura"; o algo así. Esta vez no ha dicho nada del viento, o de ser verdaderos. Resulta que teníamos un psicólogo-filósofo en la presidencia del gobierno y no nos habíamos dado cuenta. Como el tema me interesado siempre en relación con el origen de los totalitarismos resumiré las ideas más importantes que encontrado después de varios años de lecturas (uno no tiene la capacidad de Zapatero). Para que se dé una situación como la vivida en Noruega es necesario lo siguiente:

  • La patológica voluntad de poder y notoriedad de determinadas personas. Además estas personas carecen de "empatía", no son conscientes del daño real que hacen a los demás.
  • La pasividad (por desidia) e incluso la permisividad (por conveniencia) de determinados grupos sociales o personas con poder en momentos clave. En este caso la falta, comprensible, de preparación de la sociedad y policía noruega.
  • La tecnología sin la cual no se podría haber llegado a realizar una matanza de grandes dimensiones. Este crimen no se podría haber hecho con una espada. Es necesaria la moderna tecnología, bombas, rifle, etc.
  • La conversión de un grupo de personas en enemigos que tienen la culpa de todos los males y por tanto deben ser exterminados; es decir la activación del mecanismo del “chivo expiatorio”. En este caso los musulmanes y los socialistas que permiten su ascenso y a los que el asesino atacó.

Sin embargo la “ideología” (en el sentido tradicional del término como conjunto de ideas y creencias que tiene un grupo de personas) la ideología, decía, tiene en realidad un papel que no se ha esclarecido completamente respecto a sus efectos. A pesar de que en muchas teorías se ha acusado a las ideas de ser causa directa de la aparición de la locura, hay fanáticos en todas las ideologías.


La ideología es en realidad una mera justificación de los propios actos y sólo tiene utilidad en ese sentido, en su capacidad de justificar las acciones por horrendas que estas sean. Por lo tanto es cierto que habrá ideologías que se presten más fácilmente que otras a ser utilizadas para justificar crímenes pero que no son capaces por sí mismas, sin personas ávidas de poder y notoriedad, sin tecnología, sin la pasividad de la población, sin la figura del enemigo, de provocar la aparición de un criminal fanático. 


Así que lo siento Sr. Presidente pero el tema es un poquito más complejo.

lunes, 25 de julio de 2011

Trágica Selectividad (El desastre educativo III):


En la azarosa vida de padre en la enseñanza española hay momentos de inevitable zozobra y por muy buen alumno que sea tu hijo, la Selectividad, sin duda, es el que se lleva la palma. Quiero empezar a concretar mi explicación por el final del proceso educativo para mostrar que es imposible, aunque se sea un excelente alumno, escapar a los errores de este penoso sistema.

Los alumnos que quieren cursar una carrera universitaria pasan cuatro años vegetando en la ESO en los que con suerte aprenden algo. Llegan sin esfuerzo a 1º de Bachillerato donde empiezan a encontrar dificultades en alguna materia, dependiendo fundamentalmente de lo exigente que sea el profesor. Normalmente para un buen estudiante nada grave. Y, súbitamente, desembocan en 2º de Bachillerato. Ya en la 1ª evaluación las notas suelen sufrir un acusado descenso. Nuestro hijo, empieza a quejarse de tal o cual asignatura o profesor, a estar ansioso, a hablar de notas de corte, de las PAU y de exámenes globales. Hoy en día no es raro el buen alumno que tiene que pasar por un psicólogo para dominar su ansiedad. ¿Qué está pasando en este crucial año de 2º de Bachillerato? Es la Selectividad.

Expliquemos la situación. Recuerdo que nos encontramos en el caso de un buen alumno. Lo normal es que casi nunca se haya enfrentado a un examen de más de una hora en toda su vida escolar. No tiene por qué haber hecho un examen global de toda una asignatura. Tampoco ha salido nunca de su centro ni ha sido examinado por nadie externo. Y de repente se enfrenta a un examen de Selectividad en el que se juega su futuro y en el que tiene que examinarse de muchas asignaturas completas en tres días. Y, aún más, el temario no está decidido por su profesor sino que depende de la Universidad. El profesor no lo puede cambiar, ni acortar, ni simplificar. Y además, el centro y el profesor se juegan su prestigio. Después de 10 años de sistema “comprensivo” es decir no competitivo y de un 1º de Bachillerato que pasa sin pena ni gloria nuestro hijo, excelente alumno, se encuentra con la realidad. No está jugando, no está cooperando. Está compitiendo con toda su generación por un puesto en la Universidad. Y nadie se lo ha dicho así. De repente se entera cuando mira sus notas, ve que han bajado y que no llegan para realizar los estudios que él desea. Conclusión: le hemos engañado. Reacción: ansiedad, inseguridad, miedo a lo desconocido. ¡Realmente nunca ha sido puesto a prueba en serio!

¿Cómo es nuestro sistema de Selectividad? Pues confuso, oscurantista, contradictorio e injusto. Intentaré explicarlo, pero no se quejen si tienen que leerlo varias veces para entenderlo.

En primer lugar la Selectividad es teóricamente independiente del Bachillerato. Es decir las asignaturas y sus temarios vienen fijadas por una ley y una autoridad (ministerio, consejería de educación) y la selectividad por otra (Universidad de la zona en la que el alumno cursa los estudios) y no tienen por qué coincidir. Como esto sería absurdo la Universidad nombra para cada asignatura un “armonizador” (antes coordinador) que se encarga de comunicar a los profesores de 2º de Bachillerato en qué va a consistir el examen. También es quien pone realmente el examen y dicta las normas para su corrección. Lógicamente casi todos los profesores, con un criterio pragmático, se olvidan del temario oficial y se centran en aquello que el armonizador indica. Esto explica la sorpresa del alumno al iniciar el 2º de Bachillerato, puesto que se está enfrentando a una unificación de temario hasta ahora desconocida por él y a un nivel de exigencia fijo que no tiene por qué adaptarse a su nivel, como sí debe hacerse en la ESO según la ley. También se enfrenta a un tipo de examen global, con muchos contenidos, para el que no está preparado.

Pero, seamos optimistas. Nuestro excelente alumno supera las dificultades y se adapta al nuevo ritmo de enseñanza. El curso de 2º de Bachillerato acaba en mayo, para dar tiempo a los trámites universitarios, nuestro chico aprueba y se encuentra con el examen de selectividad en sí, las PAU.

¿Qué se pretende con este examen? Pues tres cosas en una. A saber:

  1. Es un examen de Grado.
  2. Es un Examen de Acceso a la enseñanza superior universitaria.
  3. Y es un Examen de Acceso a una Facultad concreta.

Las tres cosas son distintas, pero nuestra cobarde legislación (ya veremos por qué) las une.

Es un examen de Grado, porque sirve para saber si el alumno y el Centro donde estudia tienen el nivel adecuado. Si la estadística demuestra que el centro está calificando con unas notas muy por encima de las obtenidas en el examen de Selectividad el centro puede ser investigado por tener un nivel bajo o por haber hinchado las notas fraudulentamente por encima del nivel real. Extraoficialmente se habla de que una desviación de dos puntos en la media provocaría una inspección. Lógicamente esto lo saben los directores de centro y los profesores veteranos y explica el aumento de exigencia que se da en este curso. En realidad esa función de la selectividad, aunque nuca se reconozca, es fundamental. Si no estuviera, habría centros que regalarían las notas. El verdadero problema es que se hace solo una vez y muy tarde (a los 18 años). Ni el alumno está preparado para ello, ni, a estas alturas, tienen remedio los errores.

Es un examen de Acceso a la Universidad evidentemente porque si no se aprueba no se puede cursar ninguna carrera universitaria. De hecho esta parece ser la función principal de la Selectividad. Sin embargo esto no es cierto. En realidad la aprueban año tras año más del 90% por lo que selecciona muy poco. A la mayoría de los alumnos (depende de su media de expediente) les basta con sacar un 4 de media, lo cual es realmente muy fácil. ¿Dónde está la trampa? Pues en la tercera función.

La verdadera razón de la Selectividad es la de restringir el acceso a determinadas Facultades que son las más solicitadas. De hecho la primera Selectividad se implantó, sustituyendo al Preuniversitario y su examen de Grado, para restringir el acceso a las facultades de Medicina, saturadas en España por la demanda, según algunos causada por una serie televisiva “Doctor Gannon” de finales de los 60 y principios de los 70. Otras facultades han estado de moda según los años, Ingeniería, Fisioterapia, INEF (que ya no se llama así), Derecho y ahora nuevamente Medicina. Aquí reside la cobardía y la injusticia. Pero esto es ya tema del siguiente post:

Cómo superar la Selectividad sin traumas.


jueves, 21 de julio de 2011

Falsas Creencias (El desastre educativo II)

Las imprecisiones, las inexactitudes, la información caduca y las falsas creencias en educación son innumerables. Cada vez que un medio informativo emite una noticia o un comentario sobre la educación comete un error. Es difícil ver una información que no cometa ninguna inexactitud.

Algunos de los errores más extendidos que he oído personalmente: se puede pasar de curso con cuatro suspensos: falso. La alternativa a la Religión consiste en sacar a los niños al patio: falso. Se suspenden todas y se pasa de curso: impreciso e induce a graves errores. La enseñanza pública está llena de emigrantes y gitanos: falso, xenófobo e impreciso. La enseñanza concertada es gratis: impreciso y ambiguo. Los profesores de la pública son todos funcionarios y no les preocupa la calidad de la enseñanza: falso en su mayor parte. La Ética es la alternativa a la Religión: falso. Aprobar la selectividad es muy difícil: falso. La informática será la solución al problema de la enseñanza: falso. La enseñanza bilingüe es mejor: ambiguo y falso. No se puede echar a un alumno de clase: falso e impreciso. Todos los alumnos tienen que cursar 4º de ESO: falso. El profesor tiene que saber motivar a sus alumnos: hoy en día, falso. Los cambios legislativos en educación han sido constantes: falso de toda falsedad en lo fundamental el modelo actual es el de la LOGSE. Los padres “os tenemos que ayudar” a los profesores a educar a nuestros hijos: error fatal. Los profesores tienen muchas vacaciones por que solo trabajan cuando están en clase: falso y ofensivo. Los padres pueden elegir el centro educativo que quieran: falso y traumatizante para ellos cuando se enteran. Y podría seguir mucho tiempo... Lo que designaban los términos como BUP, COU, letras, ciencias, FP... ya no existen y se siguen usando constantemente.

Es imposible explicar ahora con detenimiento por qué estas creencias son erróneas y se han instalado en una u otra parte de nuestra sociedad. Intentaré en los post siguientes tratar de resolver la mayor parte de estos errores y explicar por qué nuestra enseñanza va mal y puede ir a peor si no tomamos medidas, sencillas pero drásticas.

Próximo post: Trágica Selectividad

Nota: si alguien esta interesado en alguna duda concreta relacionada con los temas anteriores puede preguntármelo por Twitter en @Nicolas_E_Liria


martes, 19 de julio de 2011

La guardería (El desastre educativo I)



El mes de julio nunca ha habido clases en España. En Zaragoza donde yo vivo se alcanzan temperaturas de 38ºC. Desde tiempo inmemorial los niños utilizaban estas fechas para jugar, hacer deporte, estar con los amigos y, los más torpes o vagos, para recuperar las asignaturas suspendidas. Es para mí algo natural considerar estas fechas como las más felices del año. El premio al trabajo bien hecho, la lejanía del futuro esfuerzo, el buen tiempo, las actividades en la naturaleza que todavía en esta época no está agostada, todo se une para considerar el final de curso y el principio de las vacaciones como algo natural, acorde a los ritmos biológicos e incluso profundamente moral. El que se ha ganado las vacaciones trabajando las disfruta y el que no, debe estudiar en verano, lo cual es considerado siempre un suplicio. Parece que este simple hecho de acabar el curso es de lo poco que aún funciona en la educación. Hay un final. Hay unos resultados, hay recompensas y hay penas.

Nuestra educación es un desastre. Los resultados de todos los controles más o menos fiables nos indican que los alumnos actuales saben menos que sus predecesores. El sentido común y la experiencia diaria de profesores, la de los padres, así como la de los empresarios que contratan a los jóvenes, es coincidente. No saben nada, no quieren trabajar, no tienen interés más que en divertirse. Hay excepciones, por supuesto, y son alumnos brillantes. Tienen más medios de todo tipo a su alcance y los aprovechan, pero son muy pocos. Los datos reales, que no serán reconocidos por las autoridades políticas, son devastadores. En realidad no creo que el 50% apruebe el nivel de 4º de la ESO que es inferior al del antiguo 8º de EGB. Y la EGB se acababa a los 14 años (sin repetir) frente a los 16 de la ESO.

Por eso mi sorpresa fue mayúscula cuando un grupo de personas, padres, claro; empezaron a clamar este curso por las vacaciones de sus hijos, por los puentes, por las vacaciones de julio. El tema no era nuevo. Septiembre ya no es un mes de preparación del curso. Las clases este año empiezan el 9. Todos los exámenes de recuperación se tendrán que hacer el día 1 sin tiempo para realizarlos correctamente, para corregirlos con justicia. La selectividad se realizará una vez empezado el curso, habrá profesores que no podrán dar clase y los alumnos perderán el tiempo en el aula sin hacer nada. A qué se debe esto, a la presión de los padres que, trabajando los dos no tiene donde dejar a sus hijos. A lo mismo responde la queja de los puentes y la de julio. Pero como el verdadero motivo es muy difícil de reconocer, se oculta y se pone la excusa de que los hijos ¡pasan poco tiempo en clase y por eso es nuestro nivel tan bajo!

Contra toda lógica, contra toda experiencia. Los niños nunca han estado tantas horas en clase. Los cursos antes terminaban a mediados de junio y empezaban en octubre. ¡Octubre! Es cierto que allá por los años 50 y 60 se iba al colegio el sábado, pero respondía a también a la costumbre de trabajar los sábados. Si contamos las horas lectivas nunca hemos tenido tantas.

Y, en qué cabeza cabe pensar que con las temperaturas que hay en España en julio, con el sistema escolar que es un fracaso total, con los niños y adolescentes totalmente alterados por sus hormonas veraniegas la solución es meterlos en clase en grupos de 30 o 40 ¡un mes más! ¿A que grado de alejamiento de la realidad se ha llegado para confundir una necesidad: qué hago con mi hijo en julio (por que no sé educarlo) con una solución descabellada al problema de nuestro sistema educativo? Y la culpa la tenemos los profesores, claro, que en julio no hacemos nada. Se pone aíre acondicionado en todas las aulas y ya está. Ya está la ruina, solo de instalarlo, claro, en las clases no hay. Y si lo hubiera ni encenderlo podríamos.

Este diagnóstico tan erróneo me ha dado mucho que pensar. Por ahora le pondremos un nombre: “La Función Guardería en la Educación”. Continuará.

jueves, 7 de julio de 2011

Las leyes antisocialistas



1ª Ley antisocialista: Toda ley que restrinja la libertad puede ser soslayada más fácilmente por un ciudadano corrupto que por un ciudadano honrado.

2ª Ley antisocialista: Toda ley destinada a cambiar la vida y las costumbres de las personas contra su voluntad fracasará y producirá efectos perversos. Se deduce de la 1ª.

y 3ª Ley antisocialista: Cualquier dirigente que intente aplicar dichas leyes fracasará y acabará decepcionando a sus seguidores por lo que usará la fuerza para intentar imponerlas y no perder el poder. Se deduce de la 1ª y la 2ª.

domingo, 3 de julio de 2011

Autodenominarse "Movimiento"

Sería interesante analizar el porqué de la tendencia totalitaria a autodenominarse “Movimiento” y a usar en menor medida el término “Partido”. En principio la ideología de masas se presenta como un “Movimiento de masas” que aspira a unir a todo el pueblo y no a “dividirlo en partidos”, esto recuerda la justificación de Franco sobre el nombre del “Movimiento Nacional” que no era un partido según la doctrina oficial. Pero como apunta Hannah Arendt la elección del término alternativo, movimiento, tiene su justificación.Es “Movimiento” porque está moviéndose, cambiando, es decir, no mantiene una coherencia doctrinal, no es un partido (parte del todo) sino que es el todo en movimiento que no tiene ahora la verdad; pero llegará a ella.

¿Puede haber mejor justificación para manipular los objetivos políticos?, ¿puede haber mejor justificación para cambiar de opinión sin que el “pueblo” o los ciudadanos tengan nada que decir? Y menos aún los “electores” que no saben por dónde va el “devenir de la historia”, eso es sólo para la élite o vanguardia que “conoce” el camino, el bien y el mal.

Definitivamente “Movimiento” se opone a “Partido” igual que “Democracia real” se opone a la democracia.